viernes, 17 de junio de 2011

Puente Sublicio, según Luigi Canina



Los romanos desarrollaron la cimentación bajo el agua mediante cajones de madera de dobles paredes, o con gruesos bloques paralelepipédicos. En los puentes de más de una arcada recurrían a estrechar las vías de agua mediante pilotes muy gruesos o represas. Los pilares estaban formados por grandes bloques, que producían una disminución de la luz de los vanos, lo que era causa de hundimientos debido al aumento de la velocidad del agua. La luz de los arcos en general era inferior a 20 m, si bien destacan algunos sobre esta distancia, como el puente de Alcántara (Cáceres, España), con 28,6 m, y el puente Augusto, en Narni (Italia), con 42 m; este último es el de mayor luz de los conocidos.


 



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